VIAJE ORNITOLÓGICO A COSTA RICA

5 A 19 de febrero de 2013

 

Participantes: Daniel López-Velasco y Miguel Rouco

 

(Texto por Miguel Rouco)

(Fotos por Miguel Rouco, salvo que se especifique lo contrario)

 

 

Resplendent Quetzal (Pharomacrus mocinno). San Gerardo de Dota.

 

 

  ÍNDICE

 

0-Preámbulo. Resumen del viaje. Introducción.

1-Crónica primera parte.

2-Crónica segunda parte.

3-Aves I (de tinamidae a accipitridae).

4-Aves II (de rallidae a columbidae).

5-Aves III (de cuculidae a trocholidae).

6-Aves IV (de trogonidae a falconidae).

7-Aves V (de psitacidae a furnariidae).

8-Aves VI (tyrannidae).

9-Aves VII (de tityridae a troglodytidae).

10-Aves VIII (de silviidae a coerebidae).

11-Aves IX (de thraupidae a emberizidae).

12-Aves X (de cardinalidae a passeridae).

12-Otros vertebrados.

13-Checklist por días (PDF).

14-Bajar crónica completa en PDF.

 

 

 

Resumen del viaje

 

Resumen del viaje:

 

05 feb: Carara NP y alrededores (1): River trail (laguna meándrica) y manglares en la desembocadura del Tárcoles.

06 feb: Carara NP y alrededores (1): River trail (laguna meándrica), loop trail, entrada a Villa Lapas y playa del Hotel Carara.

07 feb: Carara NP y alrededores (1): Mangrove tour.   San Isidro area (2): Jardines del Hotel Talari.

08 feb: San Isidro area (2): Jardines del Hotel talari, Los Cusingos.    San Gerardo-Cerro de la Muerte (3): Restaurante La Georgina, jardines y alrededores del Hotel Savegre.

09 feb: San Gerardo-Cerro de la Muerte (3): Jardines del Hotel Savegre, Quebrada trail, piscifactoría, excursión nocturna parte alta del camino Cerro de la Muerte- San Gerardo.

10 feb: San Gerardo-Cerro de la Muerte (3): Hotel Los Lagos, El Manantial, jardines del Hotel Savegre, Los Robles trail, páramo Cerro de la Muerte.    Tapantí NP area (4): Camino de acceso hacia el Hotel Kiri.

11 feb: Tapantí NP area (4): Las Oropéndolas trail y birding desde la pista principal del NP.    Orotina (5): Parque urbano central (breve visita nocturna).

12 feb: Chomes-Abangaritos (6): Mudflats de Chomes, La Ensenada WR.

13 feb: Chomes-Abangaritos (6): La Ensenada WR.    Monteverde-Santa Elena (7): Birding en la carretera de acceso a Santa Elena.

14 feb: Monteverde-Santa Elena (7): Reserva de Monteverde, Bajo del Tigre.

15 feb: Arenal area (8): Jardín del Hotel Castillo del Arenal, Arenal Observatory Lodge (jardines del Hotel y Saíno trail), camino de los Headquarters al lago.

16 feb: Arenal area (8): camino de los Headquarters al lago, Arenal Observatory Lodge (Waterfall trail).

17 feb: EB La Selva y alrededores (9): Jardines, interior de la Reserva, prados de Tigre, claro de Las Lapas.

18 feb: EB La Selva y alrededores (9): Jardines, interior de la Reserva, prados de Tigre, claro de Las Lapas.    Braulio Carrillo NP area -sector Quebrada González- (10): Puente Río Sucio, jardín del Tapir.

19 feb: Braulio Carrillo NP area -sector Quebrada González- (10): Senderos Las Palmas y Ceibo.    San José area (11): Jardines del Hotel Bougainville.

 

 

 

Introducción

Planteamiento general del viaje

P

ocos países hay en el mundo que permitan avistar casi 500 especies de aves en 15 días de birding. Costa Rica, pese a su pequeña extensión (poco más de 50.000 km2), cuenta con el clima, la diversidad de hábitats y la estabilidad política que lo hacen posible. Desde el mar al páramo montano, y desde la zona de influencia atlántica a la vertiente pacífica, buenas extensiones de bosques tropicales, tanto de bajura como de altura, tapizan el país. Tropical seco, perennifolio, pluvial, de galería, húmedo subtropical, nublado, musgoso enano, montano de robles, son algunas de las denominaciones que reciben estas complejas forestas, las cuales cuentan a su vez con varias subunidades o microhábitats, cada uno de los cuales es aprovechado por especies de aves diferentes. Además hay lugares semiabiertos, pastizales de sabana, manglares, áreas cultivadas, abundantes zonas húmedas, …  Tal variedad de ambientes da lugar a que en esta nación de superficie poco mayor que Extremadura, se hayan registrado casi 900 especies de aves, lo que la convierte en la que ostenta más diversidad aviar por kilómetro cuadrado del mundo.

Uno tiene la impresión, cuando planea visitar esta zona de Centroamerica, que va a un lugar de temperaturas constantes y calurosas. Sólo en parte está en lo cierto, ya que resulta sorprendente comprobar, una vez allí, que en las áreas montañosas se aprecia una brutal oscilación térmica diaria, y que por la noche y a primera hora de la mañana el frío puede resultar realmente hiriente. En las zonas bajas, no obstante, el calor sí es persistente, acusado y húmedo, siendo las altitudes medias (alrededor de 1000 m) las que gozan de una temperatura más agradable. Durante la época seca (de diciembre a abril), las lluvias, aunque breves, suelen ser repentinas e intensas, por lo que conviene ir también apropiadamente preparados para ellas.

Pese a sus reducidad dimensiones hay algunos factores del país como su orografía accidentada, su espesa vegetación y sus no muy buenas carreteras, que hacen que los desplazamientos en automóvil resulten tediosos y a veces impredecibles. La paciencia, por lo tanto, es virtud indispensable para la conducción en este lugar, como lo es también la prudencia, ya que  en general se conduce de forma muy agresiva y temeraria. Por otra parte, alquilar un vehículo todoterreno resultará de gran utilidad para circular por determinados caminos, y un receptor GPS nos ayudará sobremanera en la elección de las rutas más adecuadas.

Además del tráfico, que es sin duda lo más peligroso de Costa Rica, hay que tomar precauciones con otros asuntos tales como las hormigas (especialmente con las de la especie Paraponera clavata, también llamada hormiga bala o 24 horas, debido a las 24 horas de dolor agudo que produce su picadura), las serpientes (algunas de las cuales son venenosas y mortales) y otras incomodidades menores como los mosquitos y los ácaros de la hierba. Afortunadamente en nuestra estancia no tuvimos problemas con ninguno de los animales citados, ya que incluso mosquitos y ácaros eran poco numerosos.

Para quien prefiera la libertad de “pajarear” sin prisas ni horarios, como fue nuestro caso, este país permite hasta cierto punto encontrar alojamiento sobre la marcha. No obstante, si pretendemos hospedarnos en algunos de los lodges más demandados (por ejemplo Savegre, Arenal Observatory, La Ensenada, etc) será necesario efectuar la reserva con suficiente antelación, ya que presentarse allí directamente en temporada alta puede ser arriesgado o infructuoso. Al ser un país que basa gran parte de su economía en el turismo ecológico, existen muchos establecimientos de tipo lodge asentados en zonas naturales de gran belleza. El precio de los mismos suele ir casi siempre acorde con su calidad, aunque en general el hospedaje y todo lo relacionado con el turismo (alquiler de coches, entrada a los parques y reservas…) es relativamente caro, en claro contraste con el más bien bajo nivel de vida de la población, que pese a ser de los más elevados de Iberoamérica, no es comparable aún al de las naciones plenamente desarrolladas.

Gracias al enfoque natural de casi todas las instalaciones turísticas y a las múltiples facilidades que brindan al ornitólogo, el birding en Costa Rica se hace muy cómodo, y así lo atestiguan las hordas plurinacionales de birdwatchers que lo visitan durante todo el año. Al igual que los oriundos costarricenses, las aves también se comportan de forma amigable, y no suelen ser especialmente tímidas. Eso sí, muestran algunos comportamientos peculiares que resultan un tanto extraños para el pajarero proveniente de Europa, como son los de congregarse densamente en determinados puntos donde encuentran mayor cantidad de alimento, bien sean árboles estacionalmente repletos de fruta o en torno a las concentraciones móviles de hormigas en pos de los insectos que éstas espantan a su paso. En los lugares más densamente arbolados tienen también la costumbre de juntarse en flocks o grandes bandos multiespecíficos que recorren el bosque al unísono con el fin de explotar sus recursos. Así puede darse la circunstancia de que permanezcamos largo tiempo sin ver apenas pájaros durante un recorrido, cuando de repente aparece un flock que hace que no demos abasto identificando especies durante los escasos minutos que dura su presencia. Asimismo, cabe decir que en estos ambientes tan cerrados y umbríos es de vital importancia reconocer los cantos de las aves, ya que a veces estos constituirán el único medio para contactar con muchas de las especies que los habitan.

 

Cae la niebla en el bosque montano. Cerro de la Muerte, a 3000 m altitud. Jardines del Arenal Observatory Lodge. Habitaciones  tipicas de los lodges. Hotel Kiri.

 

Vehículo que alquilamos. Puente en mal estado. PN de Tapanti. Atasco en  carretera por la caida de un arbol, una causa comun de retrasos.

 

Bibliografía recomendada

Garrigues, Dean. 2007. Birds of Costa Rica. Cristopher Helm. London. 387 pp.

        Stiles, Skutch. 2007. Guía de aves de Costa Rica. Ed. INBio. Santo Domingo de Heredia, Costa Rica. (traducción al español de la edición inglesa de 1989). 572 pp.

Lawson. 2009. A Bird-Finding Guide to Costa Rica. Cornell University Press. New York. 365 pp.

 

Daniel L. Velasco y Miguel Rouco frente al sendero La Oropendola en el PN de Tapanti

 

Iti

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