Viaje Ornitológico a UGANDA

23 agosto a 10 septiembre 2013

Participantes: Abraham Arias, Antonio Ceballos, Jesús Díez, Ángel González, Sonia Olvera, Judit Nagy, Carlos A. Ramírez, Andrés Requejo y Miguel Rouco

 

(Texto de Antonio Ceballos adaptado por Miguel Rouco)

 

 

CRÓNICA PRIMERA PARTE: DE ENTEBBE AL BOSQUE DE BUDONGO

 

Canastera sombría (Glareola nuchalis) en la catarata de Murchison.

 

22/08/2013:

En el aeropuerto de Barajas nos juntamos 7 de los nueve expedicionarios para coger a las 15:35 h. el avión que nos llevaría a Doha, donde realizamos una escala de 8 horas que aprovechamos para descansar en la propia terminal del aeropuerto.

 

23/08/2013:

Cumpliendo lo previsto, a las 7:55 h. despegó el avión que nos llevaría de Doha a Entebbe, cubriendo una distancia de 3.500 km en unas 4 horas y media de vuelo. Durante el recorrido tuvimos la oportunidad de disfrutar de excelentes vistas aéreas de la inmensidad de la península desértica de Arabia, las montañas abruptas del suroeste de Yemen, el estrecho de Adén y la costa somalí, las tierras altas de Etiopía, el mítico lago Turkana en el norte de Kenia y  gran parte de la geografía ugandesa, aterrizando finalmente a las 12:26 h. en el aeropuerto de Entebbe, a la orilla norte del lago Victoria. Tras pagar 40 euros para la obtención del visado y recoger nuestro equipaje salimos al exterior del aeropuerto en donde nos reunimos con los dos miembros restantes del grupo, Abraham y Judit, que venían de su lugar de trabajo en Emiratos Árabes, y con nuestro guía Johnnie Kamugisha y el conductor Jude Aimomugisha. Observamos las primeras especies de pájaros en las inmediaciones del aeropuerto, y a continuación Johnnie y Jude nos condujeron al cercano hotel Boma (0º03.202’N, 32º27.910’E, 1.193 m) para comer y descansar durante el resto del día. El hotel resultó un espacio confortable y acogedor, con un pequeño jardín ideal para empezar tranquilamente a asimilar la diversidad de la avifauna ugandesa. Después de comer, varios miembros del grupo nos dedicamos a recorrer tranquilamente los diversos rincones del jardín, teniendo la oportunidad de ver algunas especies de interés como el lorito de Meyer y el loro yaco. Nos retiramos a descansar pronto, ya que al día siguiente empezábamos sensu stricto nuestro periplo ornitológico por Uganda y teníamos que madrugar.

 

Aeropuerto de Entebbe. (Foto A Ceballos) Hotel Boma. (Foto A Ceballos) Jardines del hotel Boma.

 

24/08/2013:

Nos levantamos a las 5:00 h. y tras desayunar y ordenar las mochilas salimos a las 6:15 h. hacia las Mabamba Wetlands, en medio de un corto aguacero, con el deseo de observar una de las aves más deseadas del viaje: el picozapato o Shoebill. Debido a la novedad de la mayor parte de las especies de aves que veíamos durante el camino llegamos con algo de retraso (sobre las 9:00 horas) al embarcadero del humedal (0º04.109’N, 32º20.946’E, 1.138 m), en donde nos distribuimos en tres canoas motorizadas que Johnnie tenía contratadas. Durante el recorrido fuimos observando especies de gran interés como la jacana chica  (hasta 6 ejemplares distintos), varias avefrías palustres y numerosos ánades picolimones. Aproximadamente a la media hora, vimos a cierta distancia un par de canoas con turistas que se encontraban ya a pocos metros de un magnífico picozapato que, en actitud hierática, aguardaba el paso de algún pez en el marjal. Allí nos dirigimos y, durante cerca de una hora tuvimos la dicha de disfrutar a escasa distancia del espectáculo de la majestuosa ave en actitud de acecho sigiloso, esperando el momento de lanzarse con su inmenso pico abierto sobre alguna presa despistada. Ese instante llegó algo más tarde, cuando nos sorprendió con un imprevisto, rápido y certero movimiento con el que capturó un pez gato que a continuación engulló  no sin cierta dificultad. Después lo vimos caminar por la orilla, con sus característicos movimientos lentos y pausados, buscando una nueva posición para seguir pescando. Algo más lejos localizamos un segundo picozapato, también adulto, dedicado al mismo menester. Coordenadas del punto de observación: 0º04.434’N, 32º20.720’E. Enormemente satisfechos por la calidad de la observación (creo que nadie esperaba ver al picozapato en tan buenas condiciones), y tras fotografiar, grabar y sobre todo observar de cerca al gran Shoebill, dedicamos casi una hora a recorrer otros rincones del humedal disfrutando de especies como la garcilla ventrirroja, el cucal monje, el abejaruco pechiazul o el suirirí cariblanco.

Paisaje entre Entebbe y el humedal de Mabamba. (Foto A Ceballos)

Humedal de Mamaba. Embarcadero. (Foto A Ceballos)

En canoa por el humedal de Mabamba. (Foto A Ceballos)

Al mediodía estuvimos rastreando las inmediaciones del embarcadero en busca de algunas especies interesantes, tales como aguilucho lagunero etiópico, paloma tamborilera, golondrina pechirrufa, golondrina Abisinia, suimanga soberbio y chagra marismeña. Comimos allí mismo, en plan picnic, y después emprendimos el regreso a Entebbe, realizando varias paradas en el camino para ver las aves que se iban cruzando a nuestro paso, entre las cuales mencionamos por su carácter puntual, abejaruco malgache, tejedor de Jackson, tejedor norteño y tejedor de Weyns. En una parada que Johnnie tenía programada en una de las orillas del lago Victoria vimos al localizado tejedor anaranjado (0º05.507’N, 32º22.464’E, 1.142 m). Ya en Entebbe, antes de llegar al hotel nos detuvimos de nuevo junto a la orilla del lago para observar de cerca varias especies acuáticas, siendo la más destacable el picotenaza africano. Llegamos al hotel a las 18 h. A pesar del chubasco matutino, conforme transcurrió el día los cielos se fueron despejando, dando lugar finalmente a una tarde completamente soleada con temperaturas agradables.

Pescador en el lago Victoria.

Tejedores anaranjados.

A la orilla del lago Victoria, en Entebbe. (foto A Ceballos)

 

25/08/2013:

Nos levantamos temprano ya que el plan de la jornada era desplazarnos al punto más septentrional de nuestro viaje: el parque nacional de Murchison Falls. Mientras colocábamos nuestro equipaje en los vehículos todoterreno en el parking del hotel disfrutamos de la presencia de una pareja de milanos murcielagueros poco después del amanecer. A las 7:30 h. pusimos rumbo hacia el norte y tras atravesar la periferia de Kampala realizamos una parada junto a una mancha de papiros al norte de la capital para ver al bubú de los papiros (0º20.776’N, 32º32.760’E, 1.173 m). El paisaje en el primer tramo del recorrido estuvo determinado por la presencia de numerosos núcleos de población situados junto a la carretera. Conforme nos alejábamos del área de influencia de Kampala empezó a predominar el denominado Woodland, que podríamos definir como un territorio ocupado por vegetación leñosa de porte arbustivo bastante cerrada, y pequeños árboles, que parece marcar la transición entre la propia selva y las sabanas más abiertas. No obstante, también podría interpretarse como un territorio ocupado por vegetación secundaria producto de la intervención del hombre. En esta zona empezamos a ver los primeros monos del viaje, una especie de cercopiteco denominada Vervet Monkey. Teniendo en cuenta que nos encontrábamos en las inmediaciones del Ecuador, nos llamó la atención la aparición de numerosas plantaciones de pinos dedicadas a la producción de madera. Nos detuvimos a comer en un establecimiento denominado Kabalega Diner (1o30.819’N, 32o04.589’E, 1.065 m), dirigiéndonos después a la localidad de Masindi para repostar. A continuación seguimos nuestro rumbo hacia el norte y nos internamos en el parque nacional de Murchinson Falls, donde el paisaje se empezó a salpicar de densas manchas boscosas en las que eran ya habituales algunos mamíferos como el papión oliva, el kobo acuático y el facocero.

A media tarde visitamos las Murchinson Falls (2º16.630’N, 31º41.220’E, 687 m) para encontrar un grupito de canasteras sombrías aquerenciadas en las orillas rocosas de la propia catarata. Fue nuestra primera aproximación al legendario Nilo y bien mereció la pena la contemplación del inmenso caudal del río precipitándose enérgicamente en el angosto salto rocoso. Con algo de prisa abandonamos el lugar, ya que teníamos que coger a las 19:00 h. el último transbordador para cruzar a la margen derecha del propio Nilo. En el recorrido entre las cataratas y el embarcadero el paisaje correspondió a una especie de sabana forestal con tres estratos (arbóreo, arbustivo y herbáceo) que albergaban más especies de herbívoros característicos de la zona como el búfalo cafre y alguna ave como el francolín capirotado. Mientras anochecía alcanzamos de nuevo la orilla del Nilo, donde seguimos sumando especies de mamíferos emblemáticos como el hipopótamo o el elefante. Entre las aves destacar alguna anhinga común y un nuevo milano murcielaguero. Tras cruzar el río llegamos al que sería nuestro alojamiento durante las siguientes dos noches: el  lujoso Paraa Safari Lodge (2º17.396’N, 31º34.396’E, 658 m), ubicado en el corazón del parque nacional. Cenamos en la agradable terraza del lodge y algo más tarde nos retiramos a descansar.

 

Cobos acuáticos y papiones en la carretera. Búfalos bañándose. (Foto A. Ceballos) Cataratas de Murchison desde arriba.

 

26/08/2013:

Desayunamos a las 6:15 h. y poco después del amanecer abandonamos el lodge para realizar un safari por las sabanas del parque nacional de Murchinson Falls hasta las 13:00 h. Teniendo en cuenta la configuración del paisaje y la diversidad de especies vegetales pudimos apreciar distintos tipos de sabana. Por ejemplo, sabana abierta con palmeras, sabana arbustiva o sabana cerrada con grandes árboles (acacias). Durante el recorrido observamos una notable variedad de mamíferos como elefantes, jirafas, búfalos, kobos acuáticos y de Uganda, alcéfalos, oribís, etc., así como diversas especies de aves de notable interés como: buitre dorsiblanco, buitre de Rupell, alcotán turumti, palomita tamborilera, vencejo africano, pájaro-ratón nuquiazul, abejaruco carmesí, zorzal palmero moteado, barbudo guifsobalito, papamoscas de Gambaga, papamoscas plateado, gorrión de Shelley y tejedorcito frontal. Con el objetivo de tener alguna referencia geográfica exacta de la zona visitada, durante el trayecto anotamos la siguiente coordenada geográfica: 2º18.065’N, 31º26.440’E, 629 m.

Hotel Paraa. Vistas desde la habitación. Vegetación junto al río Nilo. Sabana con jirafas y kobos de Uganda.
Sabana con manada de búfalos. Sabana con elefantes. Jirafa.

Después de comer teníamos programada una salida en barco aguas arribas del Nilo, entre el embarcadero próximo al lodge y las propias cataratas de Murchinson. Fue una excursión interesante, en la que vimos varias especies de mamíferos y aves en las orillas, destacando entre estas últimas especies como garza Goliath, tántalo africano, jabirú africano, pato crestudo, canastera sombría, avefría palustre y martín gigante africano. A la vuelta decidimos contratar en el mismo hotel, para después de cenar, un safari nocturno por parte del territorio que habíamos recorrido durante la mañana, con la intención de ver algunas especies de animales más noctámbulos (80 $). Para ello nos acompañó una ranger del parque perteneciente a la UWA (Uganda Wildlife Authority) equipada con su rifle reglamentario, ya que estaba terminantemente prohibido deambular de noche por el parque sin escolta armada. La salida (entre las 20:30 y 23:45 horas) fue realmente productiva, ya que tuvimos la ocasión de ver una hiena moteada, una jineta, dos leonas y varios hipopótamos campando a sus anchas por las inmediaciones del hotel y alguna población cercana. Entre las aves destacar la observación de tres búhos cenicientos, un alcaraván moteado, una grulla de corona gris, varias avefrías coletudas y hasta una hembra de chotacabras portaestandarte.

 

Navegando por el Nilo hacia las cataratas. Manada de búfalos a la orilla del río. Cataratas de Murchison

 

27/08/2013:

A las 9:00 h. cruzamos de nuevo el río Nilo en el transbordador para desplazarnos hacia Masindi, nuestro siguiente destino. En las inmediaciones del embarcadero, pero ya al sur del Nilo, realizamos una breve parada con el objetivo de ver la prinia alicastaña. En vez de ir a Masindi directos por la "carretera principal" nos dirigimos hacia el oeste y descendimos hacia el sur paralelos a la orilla nororiental del lago Alberto, atravesando un paisaje sabanoide, con cultivos de caña de azúcar y bananos en las inmediaciones de los núcleos de población. En este tramo de camino tuvimos la ocasión de anotar algunas especies como pájaro-ratón nuquiazul, buitrón astuto, pinzón candela de pecho listado y astrild de mejillas negras. Tras una breve parada para comer, a primera hora de la tarde bordeamos el bosque de Budongo en donde hicimos un alto en el camino (1º42.783’N, 31º28.612’E, 1.043 m) que supuso nuestro primer contacto con la selva ecuatorial, un bosque pluriestratificado siempreverde con la presencia de árboles emergentes dotados de contrafuertes en la base del tronco. A Masindi llegamos a las 18:00 h. y nos alojamos en el Masindi Hotel (1º41.451’N, 31º42.884’E, 1.163 m).

Sabana arbolada junto al lago Alberto. Primer contacto con el bosque de Budongo. Hotel Masindi. (Foto A Ceballos)

 

28/08/2013:

A las 7:00 h. salimos hacia el bosque de Budongo, en donde teníamos planificado pasar la jornada recorriendo el camino llamado Royal Mile, que lo atraviesa en parte. A las 8:30 h. llegamos a la entrada del bosque para juntarnos con el guía local que nos acompañaría durante la jornada (coordenadas del inicio de la Royal Mile: 1º42.085’N, 31º32.331’E, 1.109 m.). En el bosque permanecimos hasta las 17:00 h. teniendo la ocasión de ver varias especies de aves, algunas exclusivas del bosque, como águila coronada, lorito de Meyer, vencejo de Sabine, trogón de narina, alción castaño, martín pigmeo del Congo, cálao caripardo, barbudito gorgigualdo, barbudito escolopáceo, barbudo pintado, pito orejipardo, bulbul pequeño gris, bulbul moteado, cosifa de Natal, eremomela de corona castaña, papamoscas de garganta gris, batis de Chapin, monarca de capa castaña, carbonero cenizo, suimanga piquirrecto, oropéndola cabecinegra... Regresamos al hotel de Masindi pasadas las 18:00 h. bastante cansados por el esfuerzo que siempre supone observar aves forestales en ambientes tan cerrados. En el transcurso de los desplazamientos entre el bosque de Budongo y Masindi vimos otras especies tales como buitrón de cara roja y obispo de collar rojo.

Bosque de Budongo.

 

Niños cerca de Masindi.

 

 

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